San Ignacio Rugby se convirtió en el primer club de la ciudad en ser un espacio Cardioprotegido, luego de realizar una serie de pasos como contar con un DEA – desfibrilador externo automático- con su respectivo gabinete, capacitar a su personal y disponer de un protocolo de acción en caso de emergencia.
A partir de la intervención de la Fundación Desfibrilar, San Ignacio completó cada uno de los pasos necesarios para contar con un espacio cardioprotegido, donde no solo cuida a los jugadores de todas las edades sino también a la comunidad en general que cada fin de semana se acerca a la institución para disfrutar del deporte al aire libre.
Lejos de conformarse con este importante avance que preserva y cuida la salud de toda la comunidad, el club no se achica y buscará contar con al aval «Cardioprotegido» en su sede en la ciudad de Gaboto y Triunvirato, Complejo Deportivo Las Lomas, a partir de la venta de cintas a sus asociados, amigos y familiares por un valor simbólico para cumplir con el objetivo.
A pesar de las complicaciones por la Pandemia, la institución refuerza su gestión y avanza con obras concretas para mejorar el servicio para sus asociados, como lo son obras de construcción de dos nuevos gimnasios con sus respectivos equipamientos, centro de kinesiología personalizado, servicios de nutrición y otras tantas acciones ya realizadas como el corte vertical de las 4 canchas profesionales, iluminación del estacionamiento con tecnología LED, nuevos termos solares e instalaciones de componentes en vestuarios, por mencionar algunas.
